uranus: La luz de nuestra casa

martes, 13 de septiembre de 2011

La luz de nuestra casa

Nuestra casa no es una casa de humo, existe tiene forma
se dibuja al final del día y tiene paredes hechas de noche
sé que me alumbrarás mientras camíno entre los enigmas
el destino salta sobre las colinas el mapa en el sombrero
quien estira los campos bajaré rodando hasta tu regazo
tengo la boca seca y la voz ronca pero esa nota me suena

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Dama de ojos tristes de las tierras bajas por Bob Dylan

Dama de ojos tristes de las tierras bajas
con tu boca de mercurio en los tiempos de misión
y tus ojos crepusculares y tus rezos rimados
y tu cruz de plata y tu voz de campana
Oh, quien entre todos ellos podría sepultarte?
con los bolsillos bien protegidos por fin
y tus visiones de tranvía que dibújas en la hierba
y tu piel como la seda y tu rostro como el cristal
Quien entre todos ellos podría llevarte en volandas?
Dama de ojos tristes de las tierras bajas
dónde el profeta de ojos tristes dice que ningún hombre llega
Mis ojos almacén mis tambores árabes
me permitirás dejarlos en tu puerta?
Oh, dama de ojos tristes cuanto debo esperar

A cualquier hora

Cuando Lucky Luke llegó a la llanura después de haber atravesado desierto y montañas divisó a lo lejos un enorme y solitario edificio como una caja de cerillas gigantesca estaba bastante cansado así que decidió acercarse para pedir posada y establo para Jolly Jumper.

En lo alto de la fachada lucía un gran cartel con grandes y relucientes letras "Arca de Noé Hotel". Gacelas y cebras pastaban en la alfombra del vestíbulo mientras B.B. King sostenía una intensa conversación con Lucille.
En el centro de la sala en el fondo de un acuario que ascendía hacia lo alto Neptuno intercambiaba burbujas con la sirena que nadaba desafiante a su alrededor, un coro de delfines acompañaba la escena mientras que un pulpo acaparába la orquesta.
Noé con gesto aburrido pasaba las hojas del periódico en su quiosco de Biblias. Lucky Luke se fué silbando su vieja canción
en busca de un cactus cercano dónde pasar la noche.

Una chica de vidrio soplado

El tren va devorando paisajes
las caras se estiran como un chicle
pegado a la ventanilla
milady está frente a mí
su mirada baila entre dos puntos
fuera de aguas jurisdiccionales
sin duda es la hija predilecta
el me mira por encima de las gafas
ella se empolva la cara
tiene una estatua de vidrio soplado
en su mesita de noche
Hacia dónde vas?
pues justamente yo tambien
seguuro pues nunca te he visto
vamos a horas diferentes
tomar el sol menos coches
anochece cuando vuelvo
jardines en el centro huele a tomillo
comunidad las tardes del domingo
el vidrio se estira cuando esta caliente
es su propiedad
una estatua de vidrio soplado
me costará reconocerte entre tanta gente
las caras cambian con los lugares
y con las otras caras
en la estación hay un tumulto
Alguien ha visto una chica de vidrio soplado?

Humo

Estas viendo la naranjita tan redondita achatada por los polos
certero con el cuchillo la monda asciende hacia el cielo zigurat
la espiral nos conduce al viaje interestelar
La balanza de nuestra conciencia de nuestro equilibrio tiempo vacío tiempo pleno arrojando lastre aguantando la respiración
luchando contra el vértigo
Cuando coges el polvo del camíno piensas en el resultado de la batalla en la génesis de todo sientes que eres un idea en la mente de alguien que ahora tal vez no sea o mejor dicho que ahora eres tú ves que las hojas que cayeron son iguales que las que nacen o tal vez no si alguien alguna vez plantó un sueño la tierra espera que lo recojan por aquí han pasado antes el humo del recuerdo allá en el horizonte

No recordabas nada sólo flotabas en la atmósfera
un conocido olor a lentejas te devuelve a la tierra
desde ahí seguíste la avenida... bríllan los neónes
un piano suena al fondo de la calle una voz gímee
los cláxones dan más cobertura a los transeúntes
la gente que tenía prisa...,ya no tiene tanta prisa
el mundo se mueve a dos marchas habla escucha
la bailarina se desliza sobre el teclado pianísta ríe
nada tiene ya tanta importancia... seguir el ritmo
caras serias que pueblan de enigmáticas sonrisas
víno griego para la revolución...una garganta rota

la primera mirada

No puedes evitar la primera mirada
recordar lo primero que viste
esa expresión se quedará para siempre
no era un campo verde lo que te rodeaba
era un mar de piedras grises
escuchastes el lamento de tu hermano
mientras le preguntabas a Dios
no era un campo verde lo que te rodeaba
era un mar de piedras grises
la imagen se repite hasta el fondo de la calle
el viento del desastre te sopla en la cara
no era un campo verde lo que te rodeaba
era un mar de piedras grises
por mucho que maldigas a tu negra suerte
muchos no llegáron a pasar el río
no era un campo verde lo que te rodeaba
eran un mar de piedras grises
desde ese momento eres hijo de la fatalidad
desde ese momento sabes cual es tu historia
no era un campo verde lo que te rodeaba
era un mar de piedras grises
merodeas como un lobo ávido de respuestas
solo un eco monótono contesta tus preguntas
no era un campo verde lo que te rodeaba
era un mar de piedras grises

El mundo está oscúro
sólo se oyen los golpes del carpintero
cuando la luz lléga apenas es perceptible
primero aparece el recuerdo
diferentes mundos desfílando ante nosotros
son sólo ilusiones pero caémos en la trampa
ahora sómos egoístas y recelosos
pequeños reyes de un reino de fantasía
nuestra corte adquiere todos los estatus
y vigilámos con mimo sus avatáres
empezamos a crecer y entonces...
construímos nuestros palacios y templos
establecemos nuestros tratádos de amistad
prosperámos y el triunfo y la gloria nos sonríen
incluso somos afortunados en el amor
hasta que un día nuestro sueño se desvanece
desaparecen nuestros palacios y templos
y nuestra estrella se vuelve más ténue
de repente se nos abren los ojos
aparece el carpintero a la puerta de la tienda
de luenga barba y ojos vivísimos
Amigo me parece que ya ha salído el sol

Otra de John Wayne

Dice Stephen King:
el hombre de negro huía a traves del desierto
y el pistolero iba en pos de él
siguiéndo su propia sombra
pero esto lo digo yo
el sol dibuja figuras danzantes
en la mente del pistolero
el hombre de negro entra en la sala de los espejos
el pistolero necesita sus gafas para tres D
el viejo Bugs Bunny con una guitarra eléctrica
sólo es un espejismo
Bugs Bunny Cómezanahorias, amigos
el pistolero no cae en la trampa
sólo está buscando un buen blanco
el hombre de negro tiene un caballo con resorte
y se mueve como el tiovivo arriba , abajo, arriba...
la bala le pasa a Bugs Bunny entre las orejas
ándale , ándale... esto se acaba, amígos
la mirada del pistolero escruta el horizonte
pero solo encuentra dos ojos burlones
que brillan junto a los planetas del amanecer
el viento del desierto le trae una carcajada
pero suena como sí estuviéra cuarteada
Tom Waits despues de una mala noche
creo que necesita un buen sólo de guitarra
algo entre Jeff Beck y Eric Clapton
una noche en el Moulin Rouge , fantástico
creo que empiezan a cambiar los decorados
un cabaret con fondo de desierto
no viene mal un poco de can-can
una liga arrastrada por el viento
una parada para reponer fuerzas
un cartel en la posada:
la banda del club de corazones solitarios
llamando a las puertas del cielo
menú : puré de esqueleto de búfalo
marchando uno para el señor
para mí que está un poco seco
un souvenir de la persecución
un DVD y un juego de ordenador
un juego de disfraces marca Mortadelo
está delirando todo ha terminado
una valla de publicidad al final del desierto
mas allá una larga y sinuosa carretera

Quien ha dicho que creer en Dios es fácil?

Rain por John Lennon y Paul McCartney

Cánta

Cánta más y más fuerte tanto como puedas
que las armas del enemígo chóquen en confusión
que la tierra entera se agíte llena de temor
que tu voz llégue desde la tierra hasta el mar
sin viento de mal agüero que la pueda detener
que el sonído flúya entre montañas y cañónes
entre estrechos recovecos y escondídas galerías
que encuentre la salída en grutas impenetrábles
se enriquézca y multiplíque en tonos y matíces
que traspáse las fronteras de las leyes terrenales
y se mézcle en armonía con el canto primigénio